El fuego quemó 16.291 hectáreas durante los cuatro primeros meses de 2024, un 54,9% menos que en 2023 -cuando ardieron 19.755 hectáreas (ha) más- y un 25,7% menos que la media de los últimos diez años -con un promedio de 21.910 ha quemadas entre enero y abril-, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Estas cifras sitúan a 2024 como el sexto año con más hectáreas calcinadas hasta el momento de entre los últimos diez. Si bien está muy lejos de las cifras de 2023 -el segundo año de la década con más terreno quemado hasta abril-, se encuentra por delante de 2022, cuando hasta ese mes se quemaron 15.071 ha.
En cuanto al tipo de siniestro, el ministerio informa que de los 1.809 siniestros registrados, un total de 1.038 han sido conatos, es decir, que se han extinguido antes de llegar a afectar una hectárea de superficie.
Por otro lado, ha habido cuatro grandes incendios -sucesos que hayan afectado a más de 500 ha-, lo que dobla el número de 2022 -cuando hasta abril se había registrado dos-, pero se queda muy lejos de las cifras de 2023, cuando hasta abril se registraron 14.
Los datos concluyen que el 53,29% de los incendios se registraron en el noroeste de la Península, el 26,92% en el Mediterráneo, el 19,46% en las comunidades interiores y el 0,33% en Canarias.
El 88,6% de la superficie arbolada total afectada ha estado en el noroeste peninsular; el 7,37%, en el Mediterráneo, y el 3,76%, en las comunidades interiores. Mientras, el 84,18% de la superficie forestal total afectada ha estado en el noroeste de la Península; el 10,95%, en el Mediterráneo y el 4,88%, en las comunidades interiores.
Por último, por tipo de vegetación, en los cuatro primeros meses de 2024 se han quemado 11.439 ha de superficie matorral y monte abierto y 2.241 ha de superficie arbolada.
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